En temas de salud, se estima que 39 millones de estadounidenses viven con migrañas, según la American Migraine Foundation.

El clima excesivamente caluroso puede causar los síntomas e incluso un ataque.

El calor, la humedad y los cambios en la presión barométrica pueden afectar a su cerebro.

"Este es un factor desencadenante fundamental para quienes tienen migrañas. Provocará migrañas. Empeorará la situación de quienes padecen condiciones de dolores de cabeza subyacentes", comentó Emad Estemalik, médico del Centro para Dolores de Cabeza de la Clínica Cleveland.

Emad dice que la deshidratación a menudo ocurre en verano, lo que puede provocar dolores de cabeza y migrañas. Por lo tanto, el primer paso para evitarlos es mantenerse completamente hidratado.

También recomienda conocer cuáles son sus factores desencadenantes para poder evitarlos: limitar la exposición directa al sol, llevar un estilo de vida saludable, que incluya dormir bien y no saltarse comidas, y manténgase alejado de los alimentos y bebidas como el alcohol, que puedan provocar un ataque.

"Debe evitar algunos de los factores desencadenantes alimentarios que pueden provocar las migrañas, simplemente porque no quiere tener otro componente u otro factor desencadenante que pueda empeorarlas", agregó Emad. 

Si le han recetado medicamentos de rescate, Emad recomienda tenerlos a la mano por si los necesita y que los tome pronto cuando sienta que se avecina una migraña. Sin embargo, le advierte que no tome demasiados de estos medicamentos ni analgésicos de venta libre.

"Si lo hace durante un período prolongado, digamos una o dos semanas, a veces puede contraatacar. A eso lo llamamos dolor de cabeza de rebote o dolor de cabeza por uso excesivo de medicamentos. Y antes de que se dé cuenta, podría estar en un ciclo continuo de dolor de cabeza que, a veces, tiende a ser un poco más difícil de romper", indicó Emad.